SULFATO DE SODIO
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ÓXIDO DE MAGNESIO*
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*Incluye grados refractario, cáustico, eléctrico, electrofundido e hidróxido.
SULFATO DE MAGNESIO
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SULFATO DE AMONIO
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La División Química fabrica insumos de alto margen y valor agregado, que se elaboran a partir de salmueras naturales y sales que se extraen por medio de minado hidráulico en Química del Rey, ubicada en Laguna del Rey, municipio de Ocampo, Coahuila.
El producto principal de esta división es el sulfato de sodio, que representa más de la mitad de sus ingresos. Este insumo es utilizado por las industrias de detergentes, vidrio, papel y textil. Química del Rey, cuya capacidad anual de producción es de 780,000 toneladas, es la mayor fábrica de sulfato de sodio fuera de China.
El siguiente producto en importancia, el óxido de magnesio se elabora a partir de salmuera residual de las operaciones de sulfato de sodio y de mineral de dolomita proveniente de la mina La Esmeralda, en Coahuila. Se produce en diferentes grados: refractario —utilizado para la manufactura de ladrillos que recubren hornos de altas temperaturas en las industrias del acero y el cemento; cáustico —empleado en la producción de alimento para animales y fertilizantes; hidróxido —usado como retardante de flama; y eléctrico—que se aprovecha como aislante y para fabricar resistencias eléctricas. Este producto representa entre una tercera y una cuarta parte de los ingresos de la División Químicos.
El tercer producto, sulfato de magnesio o sal Epsom, se utiliza como fertilizante, en la industria de la curtiduría, en el procesamiento de productos químicos y en la fabricación de detergentes.
Adicionalmente, el ácido sulfúrico residual de la fundición de plomo se aprovecha para producir sulfato de amonio, que se emplea en la producción de fertilizantes. Se elabora en Fertirey, que colinda con el complejo metalúrgico en Torreón.
Acciones por COVID-19
Las operaciones químicas se apegaron de manera estricta a los protocolos internos y a los lineamientos establecidos por el IMSS y la STPS para mitigar los impactos de la pandemia COVID-19, evitar la propagación de la enfermedad y proteger la salud de los colaboradores. El IMSS otorgó el distintivo de Seguridad Sanitaria, por cumplir con los lineamientos para mitigar los riesgos de contagio.
2020 fue un año difícil para los productos derivados del magnesio.
Aplicamos el esquema de trabajo desde casa para el personal vulnerable y administrativo, y se establecieron filtros de acceso a las instalaciones, con estrictas medidas de monitoreo e higiene para el retorno seguro y escalonado del personal, en estrecha comunicación con el Comité de Crisis de la compañía.
Se incorporaron 10 personas al personal médico. Asimismo, se capacitó en el curso "Formación de monitores para el retorno saludable." De manera adicional, se desarrolló una aplicación de evaluación por exposición a riesgo biológico (EERB) aplicable a proveedores y terceros para su ingreso a las instalaciones.
Producción y desempeño
La producción anual de sulfato de sodio fue de 745,892 toneladas, 3.7% inferior a la del año pasado, debido a que se ajustó por estrategia de inventarios. La demanda nacional del sector detergentes se contrajo hacia mediados del año, pero gracias a los esfuerzos comerciales, el producto excedente se colocó en el mercado de exportación, cuya participación creció de forma significativa, principalmente a Centro y Sudamérica. Por lo anterior, el volumen vendido en dicha región se incrementó 249.7% con respecto al año anterior.
En términos de dólares, el precio promedio por tonelada del sulfato de sodio fue inferior, lo que afectó negativamente el margen de este producto. El costo unitario de producción se mantuvo estable —aun con menor volumen producido— como resultado de las medidas de eficiencia implementadas para optimizar el consumo de gas natural, lo que absorbió los incrementos en fletes y mantenimiento.
El óxido de magnesio fue el producto más afectado por las consecuencias de la pandemia, ya que ocasionó una fuerte caída en la demanda de nuestras principales variedades por parte de las industrias de la construcción, acero y automotriz, que representan 66% de nuestro volumen de ventas.
México, Europa y Norteamérica continuaron siendo las regiones donde se ubican nuestros principales mercados, aunque redujeron su participación de 85% en 2019, a 73% en 2020.
A nivel global, el volumen de ventas cayó 36% en relación con el año anterior. Como estrategia comercial, realizamos algunas ventas spot a nuevos clientes en Europa, Asia y África. Pero aun cuando nuestras variedades de óxido de magnesio están en etapa de pruebas industriales, esperamos convertirnos en proveedores regulares de estos clientes durante 2021, conforme la recuperación económica lo permita. Mientras tanto, continuaremos implementando proyectos y acciones para mejorar la calidad y consistencia de los productos derivados del magnesio, a fin de estar preparados para satisfacer el repunte de la demanda en el futuro.
El sulfato de magnesio tuvo un buen desempeño, ya que se comercializa en el sector agropecuario, actividad esencial ligada a la producción de alimentos que no sufrió una afectación directa por la contingencia sanitaria. Se alcanzaron récords consecutivos de producción y ventas, con volúmenes de 62,583 y 63,087 toneladas, respectivamente.
El sulfato de amonio, por último, también se vio favorecido por la demanda del sector agrícola, gracias a lo cual conseguimos nuevos clientes y distribuidores en diferentes puntos del país.
Las inversiones realizadas, que sumaron US$ 16.4 millones, se destinaron al sostenimiento y la actualización de equipos críticos. Destacaron las inversiones para incrementar la eficiencia de los hornos, la instalación de un sistema de ensacado para especialidades de magnesio y el avance en la construcción de un laboratorio de polímeros.